Me voy encogiendo dentro de una caja de cartón,
la caja parece mantener su tamaño original,
en cambio, yo ya voy por el micrómetro.
Un agujero se abre y caigo dentro,
intento dormir en la caída,
pero el insomnio no perdona
ni me ha perdonado nunca.
Llego a un punto
en que todo deja de ser doloroso
y ya no sé qué vendrá.
Una puerta se abre y entra un poco de sol,
solo espero que esto termine pronto.
Gris Álvarez (@_grisalvarez)