Restaurando un hogar

Más de un año sin poder salir de casa, viendo los mismos rostros cada día y cumpliendo con una rutina que nunca quise vivir. No sé en qué momento dejó de sentirse como un hogar para mí. Pero quién diría que una capa de pintura blanca en las paredes convertiría este lugar en un lienzo vacío desde el cual intentar volver a armar mi vida.