Las casas están prefabricadas al igual que los poemas

Las casas están prefabricadas al igual que los poemas, 

entre techos y cabezas, ladrillos, palabras y palmas,

relaciones estructurales.

Son esos estados conjuntos los que chocan en los muros,

levanté el puño, golpeé el aire.

La intención está en el problema político y poético. 

Un sistema que arma cruces entre tendederos y palas.

Los zapatos de suela al suelo o rectos, 

como el horizonte,

horizonte muerto.

En los ojos el horizonte.

En la nariz el horizonte. 

En la boca el horizonte. 

Que el muerto le devuelva la tierra a la mano que lo sepultó, 

nadie puede reemplazar la carga del cuerpo muerto. 

Colarse los pies para sentir menos peso al caminar. 

Andar.

¿En qué lugar, con qué forma y de qué manera la lágrima presume su carácter triste? 

Tanta pena,

pena de mundo.

Escribo sobre una flecha ascendente todo lo que quiero que caiga.

La flecha como casa.