¿Qué es lo que se teme al enfrentarse a la cotidianidad? El miedo que constantemente acecha cuando se es mujer, las obsesiones desenfrenadas que paralizan hasta acabar con uno, el rechazo social cuando no se cumplen los cánones de belleza, los fantasmas que todos tenemos, el olvido. ¿Cómo se encara lo que no se conoce o lo que no se ve?
Desafiando una vez más la delicada línea entre el terror cotidiano y el terror fantasmagórico, Mariana Enriquez presenta su nuevo libro de relatos breves, Un lugar soleado para gente sombría. Desde Los peligros de fumar en la cama y Las cosas que perdimos en el fuego, la escritora argentina ha logrado consolidarse en el género del cuento de terror, demostrando su capacidad para evocar sentimientos, sensaciones y lugares a través de su escritura envolvente y petrificante.
El contexto político-cultural de la crisis actual en Argentina ocupa un espacio notorio en este nuevo libro, incluso desde el primer cuento, “Mis muertos tristes”: “Yo le digo que el fascismo en general empieza con miedo y se transforma en odio”. Este relato sitúa al lector en esta crisis, por la que los vecinos se encuentran sumidos en el miedo a la delincuencia y sobre todo a la desesperación, que se termina convirtiendo en desprecio.
Este mismo recurso conforma parte del estilo narrativo de Enriquez, quien plantea y aprovecha el contexto cultural para dar voz a las problemáticas sociales desde distintas perspectivas, pero de un modo muy propio de ella, que incluye lo marginal y lo decadente, los lugares ocultos y periféricos de Argentina. A través de eso, la autora crea un ambiente donde la narrativa es visual y descriptiva: los espacios, la fauna, los olores, todo se va construyendo de manera natural y a su vez tétrica, hasta que se torna en algo perturbador. Es lo que pasa en el cuento “Un artista local”, en que una pareja viaja a un pueblo pequeño que al comienzo es descrito con muchas plantas, árboles y flores, sin embargo, a medida que avanza la historia, se revela que esconde un oscuro secreto.
Otro aspecto destacable es la representación de la experiencia femenina, que se desarrolla muy bien en algunos de los cuentos, pues el sentir de las mujeres es realista e incluso personal, lo que hace sencillo para quien lee identificarse con sus personajes. Resulta interesante leer la correlación que propone entre esta experiencia femenina y la corporalidad de las mujeres, que genera un horror puro, proveniente desde lo más primitivo de la mente: “El cuerpo no es un castigo: el castigo es que se hable tanto de él hasta que duele tenerlo”.
Todos estos cuentos son capaces de transmitir algo único, exteriorizan lo grotesco de la mente e incluso la deshumanización y el rechazo social. No hay nada más palpable y más humano que el miedo: el temor a la vida, el horror llevado a lo físico, el recuerdo latente y todos los fantasmas que nos persiguen. Eso es lo que hace de Un lugar soleado para gente sombría un verdadero libro de terror.

Ficha del libro:
Un lugar soleado para gente sombría. Mariana Enriquez, Anagrama, 2024, 232 pp.
