Migración del polvo

El polvo que apareció hoy es distinto, no se mueve con un soplo, es más fino que el gris y es difícil de sacarlo. Parece ceniza y se queda en el trapo. El polvo es también otra forma de encierro, cae sobre la huella: tapa el vacío y la ausencia. Dejo de limpiarlo porque lo sacudía afuera, mejor que repose sobre las cabezas, muebles, libros y acompañe a la casa. Se están marcando las horas con su presencia de partícula. Cada inhalación y exhalación es un atentado contra él, mejor dejarlo ser, dejarlo estar en su inmovilidad. ¿Hay algo más que el sollozo de la piedra?