Reseña «Estamos todas bien»: Una novela gráfica sobre canas, mujeres y memoria

Título: Estamos todas bien
Autora e ilustradora: Ana Penyas
Texto: Novela Gráfica
Tipo: Autobiografía  
Editorial: Salamandra
Año de publicación: 2016
País: España
Edad recomendada: +12 años.  

Hace unos días se entregó en Chile por quinta vez el Premio Nacional de Literatura[1] a una mujer escritora. Me refiero a Diamela Eltit quien, al igual que Ana Penyas, abordan en sus relatos a mujeres que vivencian principalmente políticas de lo cotidiano, lo doméstico.

Es posible reconocer en ambas autoras ejercicios narrativos que ponen en valor las historias de vida de las mujeres, planteándonos la posibilidad de reflexionar sobre los mecanismos culturales que han permitido omitir de la memoria a niñas, jóvenes, mujeres y adultas mayores, documentando y reconstruyendo momentos de redemocratización tanto en España como en Chile, donde la participación de las mujeres estuvo sujeta a sus hogares y sus familias, o al menos eso nos han mostrado hasta ahora en la literatura e historia.

Quiero ahondar en la primera novela gráfica de Ana Penyas, Estamos todas bien (2016), la que obtuvo el premio Internacional de Novela Gráfica FNAC/Salamandra Graphic de 2017, siendo ella la primera mujer en recibir este premio desde que se instaura el 2007. En esta obra se aborda una de mis etapas favorita de la humidad: la vejez, pero no presentando a ancianos amados como en Arrugas (2007) de Paco Roca, o el temible Abuelo (2012) de Lilja Scherfig y Otto Dickmeiss; sino, más bien, mujeres que envejecieron y viven de forma autónoma: Maruja y Herminia, las abuelas de la autora. Las presenta en viñetas continuas, a sus canas y pellejos, sus recuerdos de juventud y ganas de conversar sobre la vida.

En la contratapa se lee: «Cuando le dije a mi abuela Maruja que iba a hacer un cómic basado en su vida, me respondió que mejor escribiera una historia de amor. Cuando le dije lo mismo a mi abuela Herminia, se alegró mucho y me dijo “sí, claro, nena”. Así que, grabadora en mano, me fui a ver a mi abuela Maruja para que me explicara, por ejemplo, lo que escondía ese cuadro de flores y el porqué de su obsesión por la cocina. Después visité a mi abuela Herminia y descubrí la importancia de su abuela Hermenegilda y las causas de ese aire bohemio tan peculiar. Las mujeres de su generación, a quienes no solemos cuidar como ellas nos cuidaron, siempre han sido personajes secundarios de otras vidas: la esposa de, la madre de, o la abuela de. Como Maruja y Herminia. Sus anécdotas, sus ideas y su mundo están aquí, en este libro, un pequeño homenaje que quiere convertirlas en protagonistas.»  Y, además se observa la ciudad con sus edificios grises con calles rojizas, y al oponerla con la portada que se presenta la continuidad del barrio, con una de las abuelas con un abriga rojo sentada en un escaño. Esos son los colores del relato plástico: rojo, salmón, gris, negro.Además del fotomontaje y el uso de marcas para indicar los saltos temporales. La autora asegura sobre su novela gráfica que:«es feminista por mi mirada. El feminismo puede ser muchas cosas. Yo planteo al lector hacer un ejercicio de reflexión poniéndonos en el lugar de esas mujeres y vivir sus vidas a partir de una óptica feminista»,actualizando así que lo personal es político, permitiendo tensionar la(auto)censura sobre los cuerpos de las mujeres y su participación en la historia. Es por ello por lo que considero relevante compartir la lectura de Estamos todas bien en nuestro contexto chileno, más aún luego del mayo feminista que ha marcado a la agenda política ya las instituciones, principalmente las educativas, donde aún es necesario discutir y conversar sobre la diversidad de roles, los deberes y las expectativas de vida de: niñas, migrantes, lesbianas, mujeres, trans, adultas mayores que aún no aparecen en la Literatura como referentes y sujetas activas de sociedades posibles.

Por Emilia Schuster Ubilla


[1] Este premio comenzó a entregarse desde 1942, como un homenaje al Movimiento Literario de 1842, en el cual participaron Andrés Bello, José Victorino Lastarría, Francisco Bilbao y Pedro Fernández, entre otros intelectuales de la época.


Sobre la autora:

Magister en Estudios de Género y Cultura, U. de Chile. Profesora de Castellano, UCSH. Contacto: [email protected]