Tres poemas

sótano de la casa principal
(3:07 h.)

hay zorros que viven debajo de esta casa
su asentamiento siempre ha sido radial y concéntrico
los túneles me los aprendí de memoria
el ejercicio de dibujar la isla boca abajo
hizo aparecer en el papel un trazado perfecto
de crujidos soterrados nocturnos
allí aparecieron también
manchas de musgo que esconden quemaduras
zorros que duermen en esas manchas tibias
            sueños de árboles con corteza fotosensible
            que imprimen caras cuyos nombres
            y genealogía no recuerdo

en el verano vimos pájaros de muchas especies
pero todos de un gris ceniciento
la laguna a medio congelar tiene surcos azules y otros verdes
nada entiendo yo de crujires pero con la lluvia
en cada uno de esos huecos
crecerían líquenes amarillos:
en los barcos se han visto siempre
fuegos en la punta de los mástiles
durante la tempestad se les considera
un signo de protección

bartolomé gonzález
(33°26’55’’ sur, 70°38’52’’ oeste)

construiste la casa principal
sobre la columna de las focas
cierro los ojos
veo tus manos clavar los huesos
tu boca decir
esta es la foca más grande
mira sus cicatrices
sus heridas son las vetas de esta casa
la madera se encaja en las vértebras
la grasa del animal sobre las tablas
el resto del cuerpo se desecha
veo tus manos tomar sus intestinos
el olor atrajo a las gaviotas
aleteabas tú también para alejarlas
pero eras uno solo contra el hambre
los pájaros quebraron las ventanas
lloraste con el vidrio entre los pies
cierro los ojos
imagino mi propia casa de vértebras
a ti soplando sobre mi frente
dijiste la foca es un depredador terrible
su piel oscurece en el invierno
cuando se sabe cercana a la muerte
deja la costa y viaja
para morir sola entre glaciares

seno skyring
(playa palos quemados)

en la primera fotografía
apareces parada frente al cruce
tu mano en la cadera
sujetas la manga de un niño
su cara es un borrón gris que mira hacia el canal
la fecha es inexacta
el reverso dice
el inicio de un glaciar
es la permanencia de nieve en un solo sitio
ninguna firma acompaña lo anterior
camino más allá del patio
en el centro del páramo
donde el terreno se hunde
el hielo ha comenzado a ceder
cuatro perros ladran a lo lejos
la segunda foto
eres tú con tus hermanas
deben tener once o trece años
la fecha es inexacta
están paradas junto a una mata de grosellas
entre las manos
llevan varios frutos
que el coloreado artificial
pinta del mismo fucsia que sus bocas
ninguna mira directamente a la cámara
los glaciares pueden fluir como ríos
pasar entre montañas creando grietas
acarrean restos de roca y sedimento
el campo de hielo
se vuelve barro a mi alrededor
camino hacia un cerco de alambre
restos de lana se enganchan en el metal
mi cara arde con el viento
en la tercera fotografía no apareces
piso sin querer los huesos de un animal diminuto
durante la formación de un glaciar
nuevas capas de nieve compactan las anteriores
la nieve se cristaliza y aumenta su densidad
el hielo alcanza una línea de equilibrio
más allá del cerco hay un bosque de ñirres
manchones de pasto indican
que por ahí no caminan las ovejas
en la cuarta fotografía no apareces
en la quinta estás de nuevo en algún lugar del cruce
dices algo con la boca muy abierta
tu brazo está estirado hacia atrás

Imagen: Estudio de un territorio entre los ríos Bíobío y Andalién, de Cristian Toro, parte de un proyecto en proceso.