Al siete de colores yo le chupo la sangre

[Segundo lugar concurso literario 2024, categoría poesía adulto]

Al siete de colores yo le chupo la sangre

una bolsa de papel. cabeza de loza es un pedazo
de aluminio. se reconstituye a su manera. me adheriré
señora. el parrón se ha cubierto de palomas quietecitas.
este inmueble desinhibido. vas flotando por las terrazas
más altas. no me gusta asomarme así. tengo vértigo ahora
pero me agradan las alturas no asomarme por las barandas.
sillones defecados & maestrías por los suelos. así ¿tú sabes
hacia dónde correr? por el lado mejor primero. el hombro
de orión de memoria. células. su gran día. los buenos peladeros.
aquí ya no hay algo que construir. su cuerpo desaparece tras
la ruina del adobe. & el pellejo igual. es lo que se puede hacer.

pero no hemos de fumigarnos en la lluvia. de hecho no creo
que podamos. la paradoja más interesante es la pequeña.

sacudir pelaje la hierba del prado obedece
una roca se desmorona sin que la veas. dime la verdad

me muerdo la lengua.

estoy acaparando una criatura de pelusas en
la grieta trasera del velador.

un órgano musical chillando. en la garganta la paloma que
se acuerda siempre podrá.

Intromisiones

i. ya no quiero punzar las migas del cemento
mientras más me hallo ave. no soy
cemento no podría encaminarme. la saliva
se derrite antes que yo me adivine la única
puma sagrada con motivo de cruz. esa lavadora
defectuosa que me rompe el ojo. me contestan
las garras de nadie

lo que tallo de piel mohosa me hace más insignificante.

ii. un balín otra escopeta ahí va
la liebre que eres. las cuentas se mueven a pie.
los quistes en el diente van. quién sabe cómo funciona
el arrullo en ellos. si acaso arrullan al resto. ahí va la liebre
hoy apenas se oyen los petardos de año nuevo en el living.

iii. no sé qué cerro hay ahí.
que me puede degradar el cuello & las venas enfermas. sigo
acostumbrando al estómago. no sé cuál es el cerro que tiembla
bajo la mirada

no sé por qué degusto tu carne.