“C.” (extractos de “F.”)

Traducción de Gonzalo Yáñez Quiroga

[Número 18 – 2010]

Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922 – Ostia, 1975), fue uno de los escritores y directores cinematográficos italianos más destacados del siglo XX. Cuenta con un gran número de obras literarias, entre ellas: los ensayos Lettere luterane (Einaudi, 1976) y Descrizioni di descrizioni (Einaudi, 1979); las antologías Poesia dialettale del Novecento (Guanda, 1952) y Canzoniere italiano. Antologia della poesia popolare (Guanda, 1955); sus obras poéticas La meglio gioventù (Sansoni, 1954); Le ceneri di Gramsci (Garzanti, 1957); La religione del mio tempo (Garzanti, 1961); y Poesia in forma di rosa (Garzanti, 1964); y sus novelas Ragazzi di vita (Garzanti, 1955) y Una vita violenta (Garzanti, 1959).

En 1961 inició su carrera cinematográfica. En sus películas inserta escenas líricas con el más descarnado realismo, lo que convierte su obra en una de las más originales de nuestro tiempo. Algunas de sus películas: Accatone (1961); Medea (1969); Il Decameron (1971); I racconti di Canterbury (1972); Il fiore delle Mille e una notte (1974); y Salò o le 120 giornate di Sodoma (1975).

 “F.” título de un largo poema de Pier Paolo Pasolini, es la abreviación de fica, higo, sobrenombre del sexo femenino en italiano. Este poema fue encontrado en una carpeta llamada “Poemas marxistas” y estuvo inédito en italiano hasta que fue publicado por primera vez en una edición de las obras completas de Pasolini: Tutte le poesie, Volume 2, edición preparada por Walter Siti (Mondadori, 2003). Fue traducido por primera vez al francés en 2008 y publicado como libro junto a Progetto di opera futura (Proyecto de obra futura) por la editorial Ypsilon de París. La presentada aquí, es la primera versión en castellano.

C.

En Ti, la bandera roja (de Lenin y de Stalin),
la cruz gamada, el gallardete, la bandera estrellada
americana —la bandera sin color de Trotzky—
la bandera paisana de los padres – la Cruz tout court
(en Ti el micrófono de los Donadores de Sangre
sin bandera, en Ti, etc. etc.)

[Una “miscelánea” de banderas, una sobreimpresa sobre la otra — inventariando los nombres de todos los vientos que las hacen flamear, provenientes de varias y opuestas partes de la tierra — Sirocco, Gregal, Tramontana — civilización céltica — mundo árabe — así por puro divertimiento de estilo. A propósito del estilo, es decir de esta sombra que unifica y homologa las cosas – y es por lo tanto un hecho absolutamente innatural, si la naturaleza es más bien pura y simple división, o conciliación mecánica, teleológica, como sea siempre ilógica — a propósito del estilo que es la única logicidad posible junto a la de los sueños — a propósito de esta sombra, SUENA ALTO EL EPÍGRAFE:

AMO DESESPERADAMENTE A UNA SOMBRA

—y disolución sobre el flameo de banderas enemigas, todas hermanadas en la sustancial alusión a Ti, etc. etc.]  


puña-
do de
carnecita
inocente y
rosita de me-
dio día al fondo
de una minifalda
que una mercería
visitada por el sol y
perfumada de hoyos
de ratones provee, tú
libre de la bolsita del cal-
zón, al sol como una galleta
remojada en leche, frente a
una procesión de escola-
res destinados a ser ver-
daderos hombres en-
tre ellos aliados en
el verte y desear-
te, tú nido de un
mediodía de
verdad vi-
vido…

* * *

¡por fin libre!
hicieron falta cuarenta y dos años de vida
y cuarenta mil de historia
para saber algo que sabía en el liceo:
la única revolución es la destrucción.

la desacralización por la desacralización
si es un hombre de cuarenta años quien empieza
ya no es una broma es la anarquía
ya no es tan solo regresión.

¡Odia desesperadamente a la Sombra!

Esta es la exhortación que llega a la tumba donde de algún modo eres
un hombre oficial.

¡Ama desesperadamente a la mujer!

Y entonces:
que la poesía sea integral,
¡hay que destruir su unidad!

En nombre de lo que has perdido
y por tanto no es objeto de amor,
destruye todo.

Sal de la tumba, y vive como un desgraciado.
Bota las riquezas (que no tienes), los honores etc. etc.; pierde el respeto 
(¡tienes tan poco!), no esperes consenso, sino solo odio etc. etc.
Desnúdate, San Francisco a bajo costo,
de modo que se vea lo que posees: nada.

Y la voz continua, apenas esbozada:

Agrede a la sombra partiendo
de todos los posibles puntos:
está sobre todas las caras
del maldito prisma.
Primero: renuncia a la belleza.
Segundo: renuncia a la pasión.
Tercero: renuncia a la honestidad.
Cuarto: renuncia al orden.
Quinto: renuncia a la fuerza,
etc. etc., así iterando 
en variaciones 
que quieren decir una sola cosa.

tu poesía para sobrevivir debe tomar acta de su 
propio final.

* * *

la raza humana no es como la imagino. es muy inferior. 
pero en esta inferioridad está la realidad, o sea una verda-
dera grandeza que no sé concebir.

* * *

Debería, podría, entonces, descender para supervisar…
para investigar… tomar notas…

nada en fin es más poético
que la vida de un poeta

y el objeto más poético de la poesía
es pues en conclusión la poesía

¡sobre todo si al poeta todo le da lo mismo
y es el viejo rey que supervisa!

Supervisiones en los lugares evacuados de la historia, incluso, 
completamente intempestivos –como Nápoles. 

¡Tomar notas en Nápoles!

¿Qué hay de más poético?

la única poesía es la poesía por hacer,
en el hacer la poesía está la poesía.

Debería, podría… por lo tanto…
perseguirte en otras patrias lingüísticas…

(Y ya que estamos aquí, en el laboratorio
que es entonces el lugar más poético del mundo, diría que:
pienso en la Misa de Janacek, escrita en viejo checo,
y en todas las lenguas muertas,
cada una de ellas contiene las palabras que Te significan,
con todas las palabras afines, mear, correrse la paja, tetas,
palabras muertas al interior de las lenguas muertas etc. etc. etc.
en un sistema lingüístico totalmente muerto,
y con toda la vida dentro significada de una vez por todas,
—una población… de bellos… de jóvenes… rubios bárbaros…
de morenos patanes etc. etc. con los rizos pegados sobre la frente…

Tomar notas en Nápoles.

Debería, podría… por lo tanto, como un Maestro
sobre un sistema lingüístico vivo aunque dialectal,
con cada palabrita aún significante…

¡PERO NO PUEDO HACERLO! Esa es la realidad,
¡y no solo para volver a mascar viejas pasiones!
¡No solo para eso!

¿qué hay de más poético que no poder hacer poesía
sin dejar de ser poetas?

No puedo, por lo tanto, volver atrás para freír y freír
humildes monumentos
en contaminaciones donde sería Maestro.
¡Pero no es solo eso! (y eso no es el problema.)

Aunque terminase por rendirme ante la necesidad
de usar solo la lengüita
con que mi cabeza en el pequeño mundo
histórico en que estoy, está hecha
(Lengüita limpia de la cual parecen tan orgullosos
mis colegas),
aunque me rindiese, readaptándome a ella,
¡NO PODRÍA!

Debería, podría… tomar la Giuletta (¿llueve?
mejor… más allá del Garigliano, las búfalas son
más dulces, y las guirnaldas de viñas, y el Vesubio malárico
con todos los Dioses… del Lugar de la Inspección…
la lluvia que forma charcos de plata, extranjera
en el Napolitano, cual fenómeno de Dioses un poco apestosos,
una desorganización general de chubascos y fango y ríos,
y despejadas de terremoto, por los amores del Diablo),
tomar la Giuletta
llegar a Nápoles
estacionarse entres las dos estatuas negras de la plaza blanca,
con todos los chicos sucios que Te saben como los abuelos—

Debería, podría… nombrarTe… con esos nombres…
que te saben hecha de un modo
que mis labios no pueden pronunciar,
y que mi imaginación apenas roza
solo gracias a la
SOMBRA QUE DESESPERADAMENTE AMO.

Putas en el fondo de abismos de palacios que en siete pisos
apestan a urinarios —y paredes de setenta metros
que tienen el tono gris de las letrinas— en grupo
entre sus chozas secas, pequeñas iglesias
de alquitrán y masilla y cajitas para soles
de veranos tropicales… Ahí Te dan (la noche),
y de día están al sol como hechas también
de alquitrán, masilla, cajitas blancas y polvo duro
embellecidas por la grandiosidad de la miseria
con arábicos tatuajes azul oscuro sobre los brazos…

Eso es, ahí eres esa Cosa horrenda y arcaica de lengua griega,
con toda la familia de los vocablos afines
……

Podría, debería… en una poesía en forma de rombo,
ese rombo que los verdaderos hijos
dibujan en los baños de las escuelas
y de las circunvalaciones,
revivirte en el lenguaje mimético, etc. etc.
PERO NO PUEDO.