La comunicación y el dolor etéreo

El papel donde se escribe a veces se transforma en el único lugar seguro para la expresión. Ocean Vuong, el poeta estadounidense de origen vietnamita, lo habita entre desnudez y lágrimas, revelando su historia secreta.

No saber comunicarse puede ser la mayor angustia; este es un tema que ya aparecía en su poemario Cielo nocturno con heridas de fuego y en la novela autobiográfica En la Tierra somos fugazmente grandiosos, y vuelve a él en los poemas de El tiempo es la madre, que es un viaje surrealista hacia la raíz, hacia la literatura, que representa a la madre muerta. Vuong aborda las formas más lacerantes de la incomunicación, como el no entender el idioma del territorio en que se vive, pues su abuela y “Ma” (la forma en que se refiere a su madre en los poemas) se vieron forzadas a emigrar a Estados Unidos a causa de la Guerra de Vietnam.

Al no saber inglés, ambas fueron marginalizadas y el poeta en varias de sus entrevistas ha relatado que su principal motivación para aprender este idioma fue que su mamá no sabía hablarlo y él quería hacerlo por ella. Su madre, de hecho, nunca pudo leer sus poemas, aunque sí los escuchaba cuando los declamaba. Se sentaba en la parte delantera para ver las reacciones del público, ya que no comprendía por qué tantas personas se reunían para aplaudir los poemas tristes de su hijo. Cuando lo entendió, le dijo: “La expresión de sus rostros cambia cuando te escuchan”.

La memoria es un recurso literario que Vuong emplea en los poemas para entender el luto por su madre, el trauma de la infancia y el de sus antepasadas. En el recuerdo se esconden los detalles insignificantes —como lavarse los dientes— para descubrir el verdadero significado de las palabras o, en su caso, el lenguaje impuesto. El hablante lírico es un ser fragmentado por la violencia del pasado que busca completarse, mientras que la estructura de los versos logra edificar escenas completas con palabras aisladas.

Esto le permite narrar con delicadeza la intensidad de la pérdida, como ocurre en su poema “Historial de Amazon de una antigua empleada de salón de uñas”, el cual brinda acceso a una información aparentemente banal de la vida cotidiana de Rose, sus compras, las que después se transforman en algo revelador, porque se trata de las últimas decisiones que tomó antes de morir. Es brutal para el hijo contemplar que la compra de “Calcetines de lana, grises, un par” se convierte en la declaración final de una vida.

El tiempo es la madre describe momentos íntimos, como cuando se posa la mirada en la oscilación de las nubes rosadas (el color es esencial), lo cual es un movimiento que se funde con el tiempo. Esta es una lectura donde se puede existir en el dolor más profundo y, paradójicamente, etéreo; genera una sensación parecida a la de volver a contemplar algo que se olvidó, a través de una voz sutil y tímida que se pliega en los movimientos de las palabras.

Ficha del libro:
El tiempo es la madre. Ocean Vuong, tr. Elisa Díaz Castelo, Vaso Roto, 2023, 160 pp.