Pijama

El año pasado estábamos en periodo de pruebas finales y andaba con una pinta terrible todo el día, modo supervivencia. Llegué a una clase recién despierta, en pijama, solo me había alcanzado a lavar la cara. Entro y está hablando la profe, que es básicamente el amor de mi vida y mi crush más grande. Iba a apagar mi micrófono, pero pasé a llevar el mouse y prendí la cámara. Me reí nerviosa y la apagué al tiro. ¿Quizás pasó piola?, pensé.  Hasta que escucho la carcajada de la profe. Empecé a hacer planes para cambiarme el nombre e irme del país al tiro. No me importaba que me vieran mis compis, pero la profe… Noo, qué vergüenza. Desde ese día que nunca entro a una clase sin un post-it encima de la cámara.