Cuando nos encontramos en etapa escolar, una frase que nos dicen sobre nuestro país, como una de sus principales características, es: “Chile es un país largo y angosto”. Esta simple pero importante característica influye en la variada geografía, diversidad de climas, flora y fauna dentro de nuestro territorio nacional, pero también toma relevancia a la hora de hablar de distribución de recursos y oportunidades.

Ser escritor dentro de este contexto nos hace enfrentarnos al territorio como si fuera un antagonista o un aliado en algunos capítulos de nuestra historia. Desde mi experiencia, como escritor de Concepción, el territorio toma el rol de antagonista cuando nos enfrentamos a la centralización. Las grandes ferias y actividades para difundir a escritores emergentes se encuentran en la capital de nuestro país, por lo que participar de esas instancias tiene otros costos asociados.

Un segundo aspecto a enfrentar deriva del primero: en Concepción hay un número reducido de editoriales en las que publicar, por lo que la búsqueda se debe dirigir a la capital o sectores cercanos a ella.

Existen otros capítulos, en los que el territorio se transforma en aliado del escritor de región, por ejemplo, cuando encuentras apoyo en organizaciones itinerantes o productoras regionales que siempre están dispuestas a acoger a escritores emergentes. De igual forma, puedes establecer redes con otros escritores regionales, ya que se hace necesario unir fuerzas para buscar espacios y mostrar tu trabajo.

El territorio, entendiéndolo como el lugar en el cual se da la experiencia de habitar, es la porción geográfica, tierra, paisaje, pero también es el espacio psicológico y expresivo que va de la mano con estar y habitar un lugar, otorga una identidad, la que se puede plasmar en un libro y se transforma en una parte importante del mundo ficticio de un escritor.

En las películas y libros con los que crecimos, las grandes catástrofes, las invasiones extraterrestres, la cura a las enfermedades, los protagonistas, los héroes que salvan al mundo, siempre están en EEUU o en cualquier país de Europa, pero ¿por qué no pueden ocurrir estos eventos en Chile?

Lo bueno de ser escritor de región es que puedes aprovechar la riqueza de la zona en la que creciste para transformarla en el escenario perfecto desde donde surge un apocalipsis zombi o el lugar desde el cual nace el héroe que puede salvar el mundo.

Dependiendo de la perspectiva con la que se vea, el territorio puede ser un gran antagonista o un excelente aliado, pero lo que es innegable es el vínculo que lo une a la literatura.

Imagen: Detalle de Parque industral (2019), de Cristian Toro, ensayo gráfico en formato de álbum de serigrafías.