Tres poemas de Óxido

Ebner

Entre balaustres y columnas merodean el eriazo
voces muertas y fantasmas con olor a luche
y harina de maíz,
sacos de arroz llevan sobre sus hombros
cae el atardecer y su fermentación,
rumas de botellas,
metros cuadrados de cebada son cargados por Luis Parra
tras terminar la semanal.
Hambriento ingresa la llave al portón de su casa
desde la cocina suena La Tercera Oreja,
lleva con parsimonia una cucharada de carbonada
a su boca
oye la historia y abraza a sus hijos
una a una las luces del barrio obrero se apagan.

Independencia arriba, cerca de La Chimba
ochocientos trabajadores producen Bilz y Pilsen,
en los conventillos
las artesas cuadrilongas refriegan trapos y ropa ajena,
cloro y rabia ante la pobreza
sobre la muchedumbre,
subsistir es la consigna.

Cementerios, hospitales, industrias y abasto,
telón de fondo para el populacho
un niño corre raudo por la cornisa del Mapocho
sus cuerpos vencen la humedad y los guarenes
fuman un cigarrillo entre diez
beben vino para aplacar la tripa.
Abandonados, invisibles para el transeúnte
a pata pelá juegan
sueñan en la frontera.
Radio Cronos anuncia nueva jornada
Hoy corresponde cocer botellas
múltiples quemaduras en la mano izquierda
son medallas laborales del chico Soto,
en la tarde está citado a Bienestar
La casa propia está cada vez más cerca
una ranchita
con plantas en el patio para conversar tranquilos con la
vieja
su madre se le aparece sobre el hombro
orgullosa de su logro,
llora arrodillada en el taller de fermentación
la emoción recorre las maquinarias de la fábrica

Por la tarde se meten a un restaurant a celebrar
“Compraré un cuadro de Allende para ponerlo en mi
nueva casa” y hacen salud con chicha y pipeño.

Fantasmas sobre el carruaje

Abro la miga y les doy su calor;
lo volteo y les pongo su hálito.
Gabriela Mistral

Verba y levadura
gremio y marraqueta
preparan los carretones
volviendo entre ligustrinas y cardenales
mascando la hallulla y sus despojos

Plaza Olmedo y Juan Painenao amasan
y entretejen la huelga
pasan el uslero picador por toda la nación
cortan y hornean raudos
se observan concentrados tras el visillo
de la Panadería Modelo
el aroma a pan caliente cobija el amanecer
junto a mesas populares

Panes huachos crujen en las muelas
izan migas, trigo y hambre
las manos de Huircapán moldean pan y resistencia
ágiles llenan la boca del pueblo
Florencio Quiñileo lee
El Obrero Panadero
mientras comienza a repartir el pan
por los senderos del Tabo
al fallar tras la resaca
el entuerto resbala por su catre
la repartija cesa triste
entre el fogón y una lágrima
el vino ya no era elixir, era grieta en su pecho
un puño directo al mentón, patada en la raja incluida.

Fantasmas sobre el carruaje le hacen empeño
costean la canasta básica
mientras la ciudad enciende sus luces
y reestrena sus cuerpos
tras la niebla matutina.

Cordón Industrial Vicuña Mackenna

La corriente penetra por los enchufes
Los torturados dejan de agitarse
Los torturados cierran sus bocas
Los campos de concentración se vacían
Gonzalo Millán

De cordón a cordón cada guiño es colectivo
autonomía del territorio, trayecto y producción
Elecmetal / Lucchetti
IRT / Rolitex
Está mala la cosa, soplan desde el campo
piñufla la cosecha, muchos críos se avecinan
tórtolas cansadas cantan atonales
al abrir las ventanas un paisaje debilucho
estila desesperado nubosidad
El paro de octubre hunde y castiga
hay que pararle el carro a los rotos
que la guata nuble a la obrera y su llama
Muebles Easton / Textil Monarch
un tren fantasma inicia su recorrido en Bustamante
los trabajadores de Chile
elevan sus sombreros
controlan sus fábricas e insumos
empujan hacia las vías a la patronal

raídas las voces en cada vagón
anuncian la llegada a Estación Pirque
a falta de micros el traslado es en camiones faeneros
romances y luchas en la tolva
alegría popular, conducción y producción
Las calles llenas en cada mitin, ojitos brillosos
acostumbrados a la derrota
danzan melodía y temple

ni un paso más será servil
que vuelvan las manos a construir
este proyecto país
sin limbo ni amenaza
Obreras y Obreros
deben retornar a la fábrica
que la noche quede atrás
PRODUCTO NACIONAL

Los sepultureros deben dejar la paletada
eliminar el agua rancia de los tarros
para que florezcan los crisantemos y gladiolos
tras la espesura desolada

Hay ropa seca en el potrero
nuestras hijas e hijos crearon un nuevo baile
otro juego en la llamarada
salvedad y plusvalía
una elite con muecas falsas y señorío
Que humeen nuevamente las fábricas
que vuelva el alma popular de la nación.

Ficha del libro:
Óxido. Marcelo Arce Garín, Mago, 2022, 50 pp.